jueves, 23 de octubre de 2014

Principio De Peter

 
 El principio de Peter es un principio axiomático que relaciona la capacidad de ascenso con el nivel personal de incompetencia. Se define de la siguiente forma:
En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia.
Este principio es tan cierto como destructivo dentro de la propia organización empresarial y por extensión, dentro de cualquier estructura social dominada por personas.
El desarrollo de promoción interna o la adecuación del perfil del trabajador va íntimamente vinculado con el grado de incompetencia que todos nosotros tenemos. En pocas palabras ¿dónde está nuestro límite? ¿dónde tenemos el nivel máximo de eficacia?

La capacidad humana es limitada y las principales técnicas de motivación y desarrollo profesional están ligadas al ascenso dentro de la organización empresarial. Por un lado, tenemos las ambiciones propias de cada persona, en donde prosperar y ocupar mejores puestos dentro de la estructura empresarial es más beneficioso para nosotros.
 
Pero por otro lado, siempre vamos a tener una posición limitante dentro de nuestra capacidad que nos va impedir seguir desarrollando nuestras habilidades, capacidad de gestión o asumir responsabilidades.
Cuando el principio de Peter se manifiesta en el máximo responsable de una empresa ocurren desastres como los que estamos viendo en la actualidad. Se difuminan las asunciones previas de riesgo, se pierde la consciencia de la dimensión real y capacidad de desarrollo de nuestra empresa y entramos en una espiral descendente que aboca nuestra empresa al fracaso.

¿Cómo se vence al principio de Peter? Sólo conozco una forma para el caso de autónomos y pymes. La fórmula para superarlo pasa por la integración de nuestra empresa en estructuras más complejas en donde se produzca una redistribución de la responsabilidad entre el resto de miembros que integren la dirección de la nueva empresa que nace.

Se cumple el principio de Peter, nos vemos gobernados por incompetentes, que pese a sus malas acciones y sin reconocer sus propios limites, se han atado con tres vueltas de cuerda, unos grilletes con una pesa de diez kilos, unas esposas y pegamento a la silla que ocupan, dispuestos a seguir gestionando, malogrando, y sin atender a los resultados.
Y lo peor es que el principio de Peter se sigue cumpliendo dentro de las grandes empresas sin que parezca que podamos hacer nada para evitarlo porque según Laurence J. Peter:

  •  Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
  •  El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han llegado todavía su nivel de incompetencia.
Será entonces que ¿la mediocridad es inevitable?

Es por ello que se intenta combatir el principio de incompetencia de Peter por medio de la degradación de los empleados incompetentes a puestos donde antes destacaba su rendimiento, y recompensar a aquellos que son productivos con un aumento de sueldo.




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